9 de octubre de 2008
Jacek Ziober: "juego al fútbol pero en realidad hago trabajitos de matón" (que miedo de tio)
30 de septiembre de 2008
Bogarde o como jugar en los mejores equipos del mundo siendo un tarugo
26 de septiembre de 2008
Bienvenido Magallanes, estamos contigo¡¡¡
11 de septiembre de 2008
Otra perla de la cantera
10 de septiembre de 2008
Víctor Hugo Aristizabal, el alacrán colombiano
4 de septiembre de 2008
Xavi Escaich, la perla de la cantera
La eterna promesa, la perla de la cantera y tantos otros…. Todos estos tópicos podrían ser aplicables al Gran, al Único, a Xavi Escaich. Está bien que los equipos tiren de cantera, nos gusta, pero a veces lo que es una virtud se convierte en un defecto. El noi de Castelldefels (o de Castefa, para los amigos) criado en la cantera perica llega al primer equipo del Espanyol en el año 1988, después del éxito de Clemente en
Ante semejante temporadón Xavi Escaich es uno de los descartes del Barça de la pretemporada 95-96 y el muchacho recala en el Albacete, donde tras jugar 32 partidos anota 3 goles, con lo que consigue que el equipo baje a segunda. Ahora sí Escaich jugará en la categoría de plata un añito, ya que en la 97-98 se va al Real Murcia… en 2ªB. Ante esta meteórica progresión, y tras algunas lesiones (las malditas lesiones nunca nos permitieron disfrutar de los grandes jugadores) Xavier Escaich Ferrer se retira con la treintena cumplida.
Marcelo 'Pato' Sosa, no podía ser uruguayo
21 de agosto de 2008
Gálvez (cómo nos gustan los tanques)
Cuando enseñó sus cartas comenzó el declibe. Los goles dejaron de acompañarle y... poco más le quedaba. Regresó al Mallorca donde todo siempre marchó bien, pero ya nunca fué lo mismo.
Intentó relanzar su carrera fichando por el Betis y la fortuna tampoco le sonrió. Allí se encontró con Oli (ridícula competencia) que le relegó al banquillo y cada vez más también al olvido. Acabó paseando sus enormes cualidades como tanque nacional más propias del Ejercito de Tierra que de un terreno de juego por los campos de segunda división en la zona atacante del Burgos.
Colgó sus botas (en ocasiones cargadas de plomo) antes de los 30. Triste final para un diamante que ningún entrenador fué capaz de pulir y sacar todo el brillo que acumulaba.
Los amantes del buen fútbol le olvidaron, pero su legado sigue vivo (véase Zigic ó Palermo).