No podía faltar. Dragan Ciric es, por meritos propios, un clásico de nuetro fútbol. El adjetivo de tuercebotas se le queda corto a este serbio. Llegó al F.C Barcelona de la mano de Nuñez. Al presi le dio el ataque y se fue a los balcanes en busca de la perla perdida. Y la encontró, pero no a la perla, si no al perdido. Que clase. Llegó en la temporada 97/98 acompañado por otro mito, Winston Bogarde (ya hablaremos de ti, ya). Como era de esperar y con compañeros como este duró na y menos. Se marchó al AEK y después regresó al Valladolid. Terminó en el Partizan. Ahora regenta un restaurante en la ciudad condal llamado, atentos, EL MILAGRO¡¡¡¡ Que tio, pero para milagro lo de su fichaje por el Barça. BRAVO DRAGAN¡¡
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